En la factura de la luz aparecen varios conceptos que son:
– Potencia contratada: Es la potencia máxima que se va a necesitar en nuestra vivienda. Podemos calcularla en función de los aparatos eléctricos que vamos a tener funcionando a la vez. Cuanto más contratamos más pagamos, por lo que conviene ajustarla lo máximo que podamos. Aparece fijada en el contrato. Si se quisiera modificar habría que solicitarlo a la compañía eléctrica.
– Consumo (o Término de energía): Es el consumo eléctrico que se ha realizado en el periodo facturado. Se mide con un contador electromecánico que actualmente se está sustituyendo por contadores «inteligentes» y con telegestión cuyo funcionamiento puedes ver en estos dos enlaces: enlace 1 y enlace 2.
– Impuesto sobre electricidad: Se calcula sobre los dos conceptos anteriores.
– Alquiler de equipos de medida (contador), salvo que el usuario lo tenga en propiedad, en cuyo caso no le aparecerá en la factura.
– IVA (actualmente del 21%): sobre la suma de todos los conceptos anteriores.
Los importes del kw de potencia, del kwh de energía consumida aparecen en la factura en función del tipo de tarifa que el usuario tenga contratada. Estos importes se fijan en unas subastas y llevan incluidos unos peajes, pero … ¿qué son esos peajes? ¿quién puja en esas subastas?
Todo esto podéis verlo en estos vídeos:
Cómo entender el recibo de la luz, por Jorge Morales de Labra, Director de GeoAtlanter
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